miércoles, 28 de diciembre de 2011

BORDABERRY, BATLLE Y LOS DERECHOS CIVILES



Aproximadamente un siglo separa el principal movimiento que lidera al Partido Colorado en la actualidad, con el senador Pedro Bordaberry a la cabeza, y las presidencias del colorado José Batlle y Ordoñez (1903-1907 y 1911-1915). Dos figuras casi antagónicas acerca de la promoción de los derechos civiles en Uruguay.

Con Batlle, Uruguay fue pionero en varias conquistas sociales en Sudamérica (incluso estando a frente de la mayor parte de los países europeos) y principalmente en lo que se refiere a las libertades individuales. Con Bordaberry, como el más representativo líder del Partido Colorado en la oposición al gobierno progresista del Frente Amplio, se nota un gran retroceso a respecto del asunto.

Si con Batlle Uruguay tuvo leyes de derecho civil muy avanzadas en su momento - como la fácil naturalización para los inmigrantes; el matrimonio civil; el divorcio (éste en el mandato de interregno de sus dos presidencias, con Claudio Williman); y la separación de la iglesia del Estado - con Bordaberry el Partido Colorado apuesta en su obstaculización. Notadamente, vemos esto en la discusión sobre la ley que permite la despenalización del aborto hasta los tres primeros meses de embarazo.

Bordaberry, obviando todo el historial de su partido en materia de derechos civiles, simplemente negó a los senadores colorados que votasen de acuerdo con su consciencia en el pleno del Senado que discutió y votó, este martes, la ley del aborto.

Felizmente, para los que creen que la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en los primeros meses de este es un derecho inalienable de la mujer sobre su cuerpo, no hicieron falta los votos de la oposición colorada y blanca (excepto el recién integrado en las fileras del Partido Nacional Jorge Saraiva voto a favor). Con todos los senadores del Frente Amplia votando positivamente a la IVE, esta tuvo media sanción en la Camara Alta del parlamento uruguayo.

La IVE ganó el partido de ida en Senadores. Pero habrá que ganar el partido de vuelta también en Diputados, que será más complicado, por haber tres diputados del Frente Amplio que no estarían dispuestos a votar por la IVE - la esperanza es que se ausenten en el momento de la votación cuando esta ocurra, posiblemente en marzo, dando espacio a suplentes que sí podrían votar a favor.

La aprobación de la IVE, que ya estuvo legalizada entre 1934 y 1938 en Uruguay, haría con que el país ocupase, de nuevo, un lugar de destaque en relación a los derechos civiles en Latino América, donde la IVE solo es permitida en Cuba y en la Ciudad de México.

Con la IVE el impulso reformista favoreciendo las libertades individuales, que fue una de las principales banderas del batllismo, estaría de vuelta a Uruguay, aunque el partido de Batlle lo rechace cien años después.

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