Comparar Milei a
líderes como Trump, Bolsonaro, Len Pen u Orbán es de lo más trillado que hay
desde que El Peluca irrumpió como el favorito para ser electo presidente de
Argentina tras su sorprendente resultado en las PASO de agosto.
Pero, la verdad,
aunque haya determinados rasgos que los vinculen, principalmente en lo referente
a un rechazo a lo políticamente correcto, en la retórica muy antiizquierdista y
de mano dura en lo securitario, Milei tiene significativas diferencias a
respecto de otros políticos de la mal llamada extrema derecha.
Mientras ellos no
defenestran al estado, Milei tiene una gran alergia a él. Incluso ya habiéndose
declarado filosóficamente anarcocapitalista y pragmáticamente defensor del
minarquismo. Aunque en su programa el líder de La Libertad Avanza contemple mucho
más estado que solamente en la justicia y seguridad, que es lo que determina esa
ideología, nunca un candidato con grandes posibilidades de sentarse en el
sillón de Rivadavia prometió cortar tanto en el aparato estatal. Quedará para
la historia su entrevista a La Nación + en que dice los varios ministerios que
va a extinguir, entre los cuales el de educación y salud, para que se llegue
solo a ocho. Además, los dos buques insignias de Milei son de lo más liberal
que se puede imaginar en lo monetario. Abdicar de la soberanía en esa materia,
sustituyendo el peso por el dólar y acabar con el Banco Central – una verdadera
obnubilación de Milei desde que da entrevistas en la tele.
Otro aspecto de
Milei que no presentan los que son comparados con él es en lo intelectual. Milei,
independientemente de que uno esté de acuerdo o no con sus ideas, es, al menos
en lo técnico, manifiestamente un brillante economista, teniendo una cultura
erudita que no se nota en aquellos.
Además, Milei está
muy distante de ser un líder nacionalista, que es otra característica común en
aquellos - al menos en lo simbólico. Incluso en un tema tan sensible para la
sociedad argentina, las Malvinas, tiene una posición que, en la práctica,
admite que sus habitantes tienen el derecho de permanecer bajo la bandera de
Reino Unido (por más que diga que las Malvinas sean argentinas).
En resumen, el fenómeno
Milei puede ser considerado de lo más disruptivo que ha aparecido en la política
(no solo argentina) en los últimos tiempos. Lo que propone es un salto al desconocido
sin paragón, con consecuencias que podrán alterar la dinámica social y económica de su país verdaderamente
inusuales.