miércoles, 13 de septiembre de 2023

NO SON LO MISMO

 

Comparar Milei a líderes como Trump, Bolsonaro, Len Pen u Orbán es de lo más trillado que hay desde que El Peluca irrumpió como el favorito para ser electo presidente de Argentina tras su sorprendente resultado en las PASO de agosto.

Pero, la verdad, aunque haya determinados rasgos que los vinculen, principalmente en lo referente a un rechazo a lo políticamente correcto, en la retórica muy antiizquierdista y de mano dura en lo securitario, Milei tiene significativas diferencias a respecto de otros políticos de la mal llamada extrema derecha.

Mientras ellos no defenestran al estado, Milei tiene una gran alergia a él. Incluso ya habiéndose declarado filosóficamente anarcocapitalista y pragmáticamente defensor del minarquismo. Aunque en su programa el líder de La Libertad Avanza contemple mucho más estado que solamente en la justicia y seguridad, que es lo que determina esa ideología, nunca un candidato con grandes posibilidades de sentarse en el sillón de Rivadavia prometió cortar tanto en el aparato estatal. Quedará para la historia su entrevista a La Nación + en que dice los varios ministerios que va a extinguir, entre los cuales el de educación y salud, para que se llegue solo a ocho. Además, los dos buques insignias de Milei son de lo más liberal que se puede imaginar en lo monetario. Abdicar de la soberanía en esa materia, sustituyendo el peso por el dólar y acabar con el Banco Central – una verdadera obnubilación de Milei desde que da entrevistas en la tele.

Otro aspecto de Milei que no presentan los que son comparados con él es en lo intelectual. Milei, independientemente de que uno esté de acuerdo o no con sus ideas, es, al menos en lo técnico, manifiestamente un brillante economista, teniendo una cultura erudita que no se nota en aquellos.

Además, Milei está muy distante de ser un líder nacionalista, que es otra característica común en aquellos - al menos en lo simbólico. Incluso en un tema tan sensible para la sociedad argentina, las Malvinas, tiene una posición que, en la práctica, admite que sus habitantes tienen el derecho de permanecer bajo la bandera de Reino Unido (por más que diga que las Malvinas sean argentinas).

En resumen, el fenómeno Milei puede ser considerado de lo más disruptivo que ha aparecido en la política (no solo argentina) en los últimos tiempos. Lo que propone es un salto al desconocido sin paragón, con consecuencias que podrán alterar la dinámica social y económica de su país verdaderamente inusuales.