jueves, 31 de enero de 2013

EL AMOR, UNA EXAGERACIÓN


Quizá este sea el sentimiento más hablado en el mundo. Por ser lo que supuestamente nutre la relación de una pareja, el amor tiene un enorme peso en nuestras sociedades. Pero, ¿qué es el amor?

Particularmente, veo el amor como una abstracción. Una forma de sobredimensionar los factores que llevan a la unión (sea formal o informal) de dos personas.

Se suele pensar que el amor es algo que nace de modo espontáneo, independiente de otras cosas. En realidad, lo que llaman de amor nada más es que el resultado, básicamente, de dos condiciones: una atracción física del uno por el otro y una gran amistad entre ellos (con el pasar del tiempo, después de muchos años de una relación, la atracción física puede no ser más necesaria o fundamental).

Si elementos tan sencillos son los responsables por la existencia de una pareja, la palabra amor, por la carga que conlleva, podría, incluso, ser abdicada. Su existencia en el léxico sentimental puede generar confusiones y sufrimientos.

Cuando una relación no está bien, uno suele preguntar, “¿ha acabado el amor?”. Como no tiene claro qué sería el amor, puede encontrarse en estado de desesperación.

Lo ideal sería que retirásemos la palabra "amor" de las relaciones de pareja. Dejándola reservada solo para sentimientos, tal vez, más genuinos, como es el que tiene una madre o un padre por su hijo, que no exigen la reciprocidad que el de dos personas que forman una pareja.

Sin el peso semántico de la palabra “amor”, la vida de las parejas, quizá, sería mucho más tranquila y las rupturas más comprensibles.

Estar junto en pareja es de las mejores cosas del mundo, que no puede ser secuestrada por la fantasía del “amor”.