domingo, 23 de junio de 2013

UN REFERÉNDUM INJUSTO

Este domingo los uruguayos deciden si la ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) será refrendada o no.

Es una suerte de semifinal para los que están en contra de la ley. Aunque también haya personas favorables a ella dispuestas a depositar en las urnas la única papeleta de la consulta, que dice “interpongo el recurso de referéndum contra la ley Nº 18.987, de 22 de octubre de 2012”. Con la justificativa de que es justo que sean todos los ciudadanos los que ratifiquen o no lo aprobado en diciembre del año pasado por los legisladores orientales.

Aunque sea un defensor de los referéndums en términos genéricos, creo que refrendar la IVE va en contra del espíritu de este tipo de consulta.

Los referéndums deben ser a respecto de temas que tienen incidencia en toda la colectividad. No es el caso de la IVE. Ninguna persona contraria a la IVE se verá afectada por la decisión de las mujeres que quieran abortar dentro del plazo de tres meses estipulado por la ley

Muy diferentemente, por ejemplo, de temas ya refrendados anteriormente en Uruguay, como la Ley de Empresas Públicas o la Ley de ANCAP, que tenían reflejo en toda la sociedad.

Querer refrendar la IVE es querer inmiscuirse en la vida privada y en la conciencia de los demás.

La democracia no es solo hacer valer la opinión y la visión de la mayoría. Es también el respeto por el individuo cuando su voluntad no genera ningún problema al resto de la sociedad.