martes, 23 de marzo de 2010

MÁS UN ÉXITO DEL LOBBY ARGENTINO MARADONIANO



Una década después de la muy “rigurosa” elección de la FIFA del mejor jugador del siglo XX, por medio de usuarios de Internet, que señaló a Diego Maradona como el más grande de la historia del deporte-rey, acaba de ser divulgada por el diario británico THE TIMES nueva elección que pone al "Pelusa" como el número uno, aunque esta elección estuviese restricta a escoger solamente los mejores de la historia de los Mundiales.

En segundo lugar se quedó el que debería ser indiscutiblemente el primer, tanto de la historia general, como de las Copas en particular, Pelé – que solo en el caso de ser considerado hors-concours debería dejar de ser escogido el mejor en cualquier elección que se haga en el mundo del fútbol.

Estas dos elecciones verdaderamente absurdas, muestran una cosa: cómo es eficaz el lobby argentino de su medios de comunicación, que propagan con la mayor naturalidad del mundo que Maradona fue el más grande, sin ningún miedo de lo ridículo. Es la tal historia de la mentira que repetida mil veces se torna una verdad.

Creo que muchos argentinos insisten que Maradona fue el más grande mucho por su golazo contra Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de 1986, el gol del siglo, el “barrilete cósmico”, según el relato, también del siglo, del Pelé de los relatores hispanoparlantes, Victor Hugo Morales – que tiene como sus defectos como periodista machacar que Maradona fue mejor que Pelé.

Ese gol significó la venganza argentina contra Inglaterra por lo de la Guerra de las Malvinas pocos años antes. Por ese hecho, Maradona ha sido puesto en el panteón nacional argentino. Y todo que Maradona hizo de bueno en el fútbol pasó a ser amplificado y todo de menos bueno pasó a ser casi borrado.

Es incomparable Pelé a Maradona. “O Rei” hizo centenares de goles a más – aunque es verdad que en su época era más fácil hacerlos – ganó mucho más títulos tanto por su club como por la selección brasileña. Fueron tres mundiales conquistados, siendo que en dos, el de 1958 y el de 1970, fue la estrella del “escrete” – en 1962 salió pronto tras contusión.

Además, Pelé era un atleta completo, dominaba todos los fundamentos del fútbol: pateo con las dos piernas, pase – lejano y corto – gambeta, testarazo, e, incluso, cuando fue necesario, fue arquero – saliéndose bien. Pelé mantuvo un altísimo nivel durante casi toda su carrera, sin altibajos.

Maradona por su vez, por su selección si fue genial en el Mundial ganado por Argentina en 1986 y algo más que útil en su último Mundial completo en 1990, fue un fracaso en su primer Mundial, en 1982 – el Mundial de 1994, su participación fue muy fugaz, por su suspensión por doping, para analizarlo.

Como jugador, si Maradona tenía la rara competencia de casi pegar el balón en sus pies y tirar buenos libres, con muy buen pase y gambeta, le faltaban varias cosas para ser un jugador completo – no sabía ni testar ni patear con la derecha, por ejemplo. Y no era un goleador.

En su carrera tuvo muchos periodos negativos – y no hablo del Maradona post-1990, que ni se puede considerar. Apareció muy joven, con 16 en Argentinos Juniors, es verdad. Pero tardó estar de modo consensual entre los grandes del fútbol. Tanto que el Barcelona lo quiso vender para el Napoli – donde, de 1985 hacia 1990, período que tuvo su único lustro de manera indiscutible.

Y no solamente Pelé fue mejor que Maradona. Hubo otros - aunque esto sí, admito, puede ser discutido – incluso entre los argentinos, como Di Stéfano, aunque la “Saeta Rubia” nunca haya estado siquiera en un Mundial con Argentina. Pero su carrera fue más amplia, más consistente, sabía hacer más cosas como jugador, y tenía un palmarés más brillante – era nada menos el “comandante en jefe” del Real Madrid pentacampeón europeo de los años 1950.

Tengo la sensación, también, que Eusébio, Cruyff y Puskas fueron mejores. Sin hablar de otro, que, con un poco más de genialidad que produzca, lo será, Messi.

Espero que elecciones como esta de THE TIMES caiga en el descrédito y entre en la basura.

EL CONTRASTE


Una contradicción típicamente argentina: tener de lo más y de lo menos. Esto se puede decir de la paradoja en que se encuentra el fútbol del país, más concretamente en su selección nacional de fútbol. Poseer lo mejor y lo peor.

De lo mejor hablo, claro, de esta joya, el mejor atleta de balompié que hay en la actualidad y posiblemente de las últimas cuatro décadas, que es Lionel Messi, que no solo está limitándose en hacer goles en todos los partidos últimamente, como los hace en forma de golazos.

Messi tiene todo para ser el más grande jugador argentino de la historia. Solo los varios rencorosos argentinos en relación a la “pulguita atómica” - por la envidia de verlo extra terrestre en el Barcelona y no en la albiceleste – pueden negar, como niegan los fundamentalistas cristianos el evolucionismo, lo extraordinario que es el rosarino.

De lo peor hago referencia a Diego Maradona, el mejor futbolista de los años 1980, el segundo mejor de Argentina en todos los tiempos, solo superado por Alfredo Di Stefano, y unos de los diez más grandes de la historia del fútbol mundial.

Pero, como director técnico, el “Pelusa” es una anécdota, menos que un esbozo de entrenador, luciendo mucho más por sus exabruptos contra los medios que por su trabajo.

Maradona es entre los directores técnicos de las selecciones mundialistas -pese a la casi herejía de poner en “El Diez” el título de director técnico - el menos competente que hay.

Así que en el césped Argentina tiene el más grande y en el banco tiene el peor del mundo.