domingo, 27 de noviembre de 2011

FADO, PATRIMÓNIO DE PORTUGAL E DA HUMANIDADE


O salazarismo quis apropriar-se dele. Transformá-lo na música oficial da ditadura, tornando-o sinónimo de resignação à pobreza e à subalternação. Talvez, tenha, de certo modo, ao menos superficialmente, conseguido. Mas, no fundo, o Fado nunca pertenceu ou se subjugou ao regime.

Aquando do 25 de Abril, o fado teve que superar preconceitos, ao menos duma certa esquerda, que o via como herança do tempo do qual se queria uma ruptura. Aos poucos, o Fado foi sendo encarado com toda a naturalidade democrática, e hoje nem mesmo resistências geracionais apresenta. A prova disto foi o surgimento duma grande quantidade de jovens fadistas, que souberam renovar esta que é a canção portuguesa por antonomásia.

O título de Património Imaterial da Humanidade concedido hoje pela UNESCO ao Fado vem a coroar todo o legado duma canção que superou o tempo. Este reconhecimento também faz que, oficialmente, o Fado transcenda o próprio Portugal. Nada mais correcto, pois o Fado nasceu, justamente, do encontro de culturas, do encontro da terra e do imenso mar.

O Fado é, acima de tudo, transversal. Não é nem de ricos nem de pobres. Não é nem de esquerda nem de direita. Como diria Fernando Pessoa, “não é nem de Coimbra ou de Lisboa; nem alegre, nem triste”. Não é nem de jovens, nem de velhos. Não sendo de ninguém o Fado é de todos: de Portugal e do mundo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

ACHICANDO LAS CAUSAS



El volantazo del Frente Amplio contra la violencia de género, que tuvo como protagonista inesperado a José Mujica, en las calles de Montevideo, el jueves, fue algo en sí loable. El asesinato de mujeres por sus novios o esposos es un lastre, muchas veces, desapercibido, pero que constituye una cifra de muertes mucho más grande que las ocasionadas por las tan habladas rapiñas.

Entretanto, el mensaje de los folletos no fue de los más felices. “Hombre aprende a perder” pasa la idea de que el único motivo de la violencia de género es una posible infidelidad de la mujer. Si esta fuese la única razón que causase muertes derivadas de la violencia de género, ciertamente, su número sería mucho menor.

El principal móvil de la violencia de género es, por encima de todo, una mentalidad masculina que se cree dominadora, curtida en ambientes donde se considera normal que el hombre tenga a la mujer como su propiedad, pudiendo hacer de ella lo que quiera. De ahí a que empiece a hacerle daño puede aparecer cualquier motivo, incluso, y, principalmente, de los más baladíes. O, simplemente, puede haber nada, bastando que el hombre tenga ganas de pegarle a la mujer, como gesto de lo más cruel e inhumano que tiene dentro de él.

Decir que el hombre le pega o mata a su mujer por infidelidad de esta es, además, un matiz que se hace a la brutalidad masculina. No se puede difundir ninguna chispa de culpabilidad de la mujer cuando es víctima de este horrendo crimen. Tampoco, yendo al contenido lateral del mensaje, en una sociedad moderna es bueno propagar que en la relación entre hombres y mujeres hay conquistados y conquistadores, perdedores y vencedores. Las mujeres no pertenecen a los hombres. Razonar así es ir por lo trasnochado.

Ojala, en el año que viene, cuando el mundo recuerde el drama de la violencia de género de nuevo, el Frente Amplio tenga un eslogan más de acuerdo con la realidad de la violencia de género para otro posible volantazo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

MAYORÍA ABSOLUTA DE ESCAÑOS, PERO NO DE VOTOS


Al PP en las elecciones del 20-N no solo le benefició el hundimiento del PSOE en razón del descrédito del gobierno del ahora presidente de gobierno saliente José Luis Rodríguez Zapatero. También, como le suele ocurrir, le fue muy útil el sistema electoral español. Gracias a la falta de justicia de éste, el partido de la gaviota pudo maximizar su representación parlamentaria.

Con 44,62% de votos el PP logró elegir 53,14% de los 350 diputados del Congreso de Diputados. Una “prima” muy superior a la obtenida, por ejemplo, por el PSOE en 2008, que con 43,87% de votos obtuvo 48,28% de diputados.

El partido de la calle Génova es, históricamente, el más favorecido por la Ley D’Hondt y por el malo reparto de diputados por provincias – se engaña quien piensa que son los partidos nacionalistas, CiU y PNV, los más beneficiados.

La falta de ecuanimidad empieza por la distribución de escaños por provincias. El PP suele tener proporcionalmente más votos en las provincias más pequeñas, siendo que éstas tienen una representación en el Congreso más grande que las provincias de mayor peso demográfico.

De las circunscripciones que no están entre las más pobladas, el PP tiene, en casi todas, una votación más de diez puntos porcentuales superior a su promedio nacional. Si hubiese una equiparación de su tamaño demográfico con el número de diputados que eligen, el PP no habría alcanzado la mayoría absoluta.

Comparemos la provincia en que el PP tuvo proporcionalmente menos votación, Barcelona (20,95%), con la provincia de La Rioja, en que el PP obtuvo tres de los cuatro escaños en disputa. La primera, la segunda más grande de España, tiene 31 diputados para una población total de 5.511.147 personas (según datos del INE de 2010). Es decir, tiene un diputado para cada 177.778 habitantes. La Rioja tiene derecho a cuatro diputados, teniendo una población de 322.415. Lo que produce un ratio de un representante para cada 80.603 habitantes. O sea, La Rioja tiene proporcionalmente 2,2 veces más diputados que Barcelona, beneficiando al partido más fuerte en la primera e infravalorando los más votados en la segunda.

El segundo componente es el cálculo que fija el número de diputados electos por provincia de acuerdo con la votación, la Ley D’Hondt. Este mecanismo de otorgación de mandatos potencia el número de electos de los partidos que tienen más votos por cada provincia y penaliza los que menos votos cosechan en cada provincia.

En Lugo, por ejemplo, el PP conquistó el 75% de los escaños totales (tres de los cuatro) Pero, la votación que el partido conservador obtuvo fue de 56%. Una discrepancia de 21% puntos porcentuales entre votación y escaños. Esta distorsión se reprodujo un poco por la mayoría de los círculos electorales, dándole al PP, finalmente, una representación en el Congreso, manifestadamente, superior a la votación del partido en relación a su escrutinio neto.

Esta combinación explosiva, Ley D’Hondt más malo reparto de escaños por circunscripción, ha generado la siguiente disparidad entre los partidos que han logrado asiento en el Congreso de Diputados a respecto de la cantidad de votos por cada escaño: PP, 58229 por escaño (186 electos); PSOE, 63398 por escaño (110 electos); CiU, 63391 por escaños (16 electos); IU, 152800 (11 electos); Amaiur, 47661 por escaño (7 electos); UPyD, 228084 por escaño (5 electos); PNV, 64703 por escaño (5 electos); ERC, 85646 por escaño (3 electos); BNG, 91639 por escaño (2 electos); Coalición Canaria, 71155 por escaño (2 electos); Compromís, 125150 por escaño (1 electo); FAC, 99173 por escaño (1 electo); y GBAI, 42411 por escaño (1 electo).

En este cuadro, UPyD e IU son los más perjudicados. Cada escaño de UPyD le costó casi cuatro veces más que al PP. Y cada escaño de IU le costó 2,62 veces más que al PP.

Una reforma electoral sería muy importante para que hubiese menos desigualdad entre las distintas fuerzas políticas. Pero, es muy difícil que ésta se vislumbre teniendo en cuenta que el partido que tendrá mayoría absoluta, el PP, es de los que más ayudas tienen de la actual ley.

El triunfo del partido de Mariano Rajoy es indiscutible. Y su propia mayoría absoluta se dio dentro de las reglas del juego. El problema es que hay mucha discusión a respecto de estas reglas, que no propician una justa correlación de fuerzas en España.

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL VOTO DE LA ESPAÑA MÁS TRISTE DE LA DEMOCRACIA


Hoy tiene lugar las elecciones generales que proyectan menos esperanza en el seno de la ciudadanía española desde el restablecimiento de la democracia en 1977. Para la anécdota se queda el hecho de que este escrutinio se realiza, justamente, en la fecha de la muerte del hombre que habría estado más amargado con el regreso de la democracia, Francisco Franco.

Es verdad que hace mucho tiempo que las elecciones en Europa no generan un alargado sentimiento de cambio y que los partidos, al menos los que suelen liderar los ejecutivos, no presentan demasiadas diferencias entre ellos para que los electores vayan a las urnas pensando que la decisión que tomen será trascendental. Pero, lo sonante de este 20-N es la impotencia que se ve en los partidos hegemónicos del tablero político nacional español, PP y PSOE, para llevar a cabo acciones que hagan progresar España.

Sobresale que España parece estar muy a merced del exterior – notadamente del porvenir de la UE, de la Zona Euro y de la prima de riesgo del país. Cualquier otra visión no fue corroborada por la marcha de la campaña electoral de PP y PSOE.

Del lado del PSOE hemos tenido un cierto guiño a la socialdemocracia, después de casi ocho años en que ha vigorado la sentencia del a partir de mañana saliente Presidente de Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, que “bajar impuestos es de izquierdas”.

Alfredo Pérez Rubalcaba, el que ha tenido la ardua tarea de conducir el partido en el periodo electoral menos favorable de su historia, prediga por impuestos a las grandes fortunas y por la vuelta del denostado Impuesto del Patrimonio. Además, garantiza que de lo que dependiese de un inimaginable gobierno suyo (el propio tácitamente lo asume públicamente así) no habría menos financiación para la sanidad y la educación pública – a despecho de los ineludibles recortes en el conyunto global de la administración pública española.

Ya el PP se quedó marcado por el ocultismo. Para no arriesgar atingir la susceptibilidad de ningún potencial elector, Mariano Rajoy, ha preferido ser lo más cauto posible, diciendo cada palabra y cada frase en puntillas. El de Pontevedra ha entrado en la campaña, esencialmente, usando el fútbol como metáfora, para no sufrir goles, en un enfrentamiento que ya tiene una gran ventaja, de acuerdo con las encuestas. Entre tanto, según éstas indican, su táctica ha tenido tanto éxito que, además de no encajar goles, es decir, no perder electores, el PP ha logrado ampliar su ya holgado marcador. Para la mayor parte de los asustados y pesimistas electores, Rajoy ya merece el voto solo prometiendo que “creará condiciones para crear empleo” – aunque no concrete cómo creará las condiciones.

Pese a las diferencias en el lenguaje y en el contenido, tanto Rajoy como Rubalcaba han tenido una comunicación tibia, mostrándose poco capaces de contrarrestar la mayor depresión (si no económica, al menos anímica) que sufre España en las últimas décadas. En el fondo saben que los electores no recibirían con seriedad mucho optimismo de su parte. En este momento, los españoles, en general, ya se dan por satisfechos que su calidad de vida baje lo menos posible – cualquier atisbo de prosperidad es visto como un espejismo

La resignación de los españoles, quizá, también explique el porqué los otros partidos, probablemente, no consigan sacar mucho rédito de las endebles ilusiones que PP y PSOE promocionan. Los Indignados del 15-M, hasta que se pruebe lo contrario, son solo una minoría ruidosa. Aunque ni por esto dignos de menos valor y consideración. Pero, de momento, este barullo no convence a la mayor parte de los españoles, que parecen aceptar, pasivamente, que hay poco que hacer más allá de las reglas rigurosas del mercado, depositando sus votos en el PP por ser el que tiene más compromiso con éstas. Para lidiar con una de las mayores crisis del capitalismo que ha tenido España, los españoles parecen creer que la mejor medicina es más capitalismo – no para que estén mejores, solo para que estén menos peores.

jueves, 17 de noviembre de 2011

LA IZQUIERDA ABSTENCIONISTA ESPAÑOLA


En España los ciudadanos que optan por los votos considerados no válidos, blanco y nulo y, fundamentalmente, los que se abstienen tienen una característica que los diferencian de nacionales de otros países que eligen a estas (no) alternativas en los escrutinios. En general, son personas más progresistas que en otras naciones.

La tendencia más a la izquierda de los abstencionistas puede ser corroborada por la mayor victoria de la historia de la derecha hasta el momento, cuando el PP obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones generales de 2000, en que la abstención fue de 31, 20%, solo inferior a la abstención de las elecciones de 1979 – 31,96% - cuando la antigua UCD fue la vencedora.

¿Y por qué la izquierda española se abstiene más que la derecha? El motivo principal sería una falta de alternativa visible. Las campañas electorales en España son muy dirigidas a un bipartidismo excluyente, en que se genera una idea de que no hay vida más allá del PSOE y del PP (a excepción de las comunidades autónomas consideradas nacionalidades históricas, como Cataluña, País Vasco y Galicia, donde los partidos nacionalistas e independentistas dividen o superan al electorado del PSOE y del PP). En otros países de Europa, si también existe el bipartidismo, éste no es exactamente excluyente. En Portugal y en Francia, por ejemplo, las fuerzas minoritarias, aunque sin posibilidades de elegir a jefes de gobierno o Estado, al menos tienen más espacio mediático, teniendo lugar en los debates, por ejemplo – y se verifica un voto más pulverizado que en España.

Para gran parte del electorado de izquierda español solo vale la pena votar cuando el PSOE conlleva algún tipo de ilusión. En la victoria más apabullante del PSOE, en las legislativas de 1982, se registró, justamente, la menor abstención de la democracia (20%). Para algunos progresistas españoles lo que está a la izquierda del PSOE es prácticamente obviado y desechado.

Pero no es solo por falta de espacio mediático que lo que está a la izquierda del PSOE no consigue captar a los que están descontentos con el partido de la rosa y del puño cerrado. Cuando hablamos de partidos que están a la izquierda del PSOE, el cartel más visible es IU. Esta federación de partidos aunque hubiese nacido para ser un frente plural de izquierdas que fuese más allá del PCE, sigue siendo una formación estrictamente dominada por el partido de la hoz y del martillo – incluso por la poca fortaleza de los otros partidos de IU.

El discurso de IU aún cerrado y poco flexible a los cambios y a las lecciones de la historia contribuye para que los potenciales electorales suyos no se le acerquen. Aunque las perspectivas electorales de IU sean mejores de cara al 20-N que en las últimas elecciones – los sondeos apuntan más de 6% de votos, mientras que en 2008 la federación cosechó 3,77% - éstas podrían ser muy superiores teniendo en cuenta, por ejemplo, el movimiento de los indignados (apoyado por 62% de la ciuddanía), que, teóricamente, se supone de izquierdas y que está enfadado con las políticas de recortes del PSOE y con las concesiones a los mercados y a los empresarios que hizo el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero para combatir la crisis y el desempleo.

Otro factor que lleva a haber mucha abstención en la izquierda es un cierto rastro anarquista que sobró en España, que fue uno de los países de Europa donde este movimiento tuvo más fuerza, principalmente en las primeras décadas del siglo XX. Aun sin considerarse anarquista, la máxima de “si hay gobierno, soy contra” todavía cala de modo inconsciente en el comportamiento de algunos españoles. Son personas que sin rechazar de todo el concepto de la democracia representativa tienen que estar muy convencidas para votar a un determinado partido.

Obviamente que habrá otro tipo de abstencionistas en España, como el que se asume como alienado o poco informado políticamente, no queriendo inmiscuirse en algo del cual tiene poco conocimiento. Pero, es la izquierda que se abstiene, más que en otros países, la que puede, muchas veces, ser el factor clave para el resultado de una elección.

jueves, 10 de noviembre de 2011

TODO PODER A LOS TECNÓCRATAS


Un hombre que ha construido su vida pública esencialmente lejos del escrutinio popular. Que nunca ha participado de unas elecciones. Este es el nuevo primer ministro griego, Lucas Papandreu - ex vicepresidente del BCE y ex presidente del Banco Central heleno. Papandreu será el responsable por conducir a Grecia en el momento más difícil de su historia contemporánea.

Papandreu se encaja en la línea perfecta del sentido político de la mayor parte de los diputados griegos y de los mandamases de la UE, que se asustaron con el anuncio del referendo sobre el plan de ajuste financiero a cambio de la condonación de 50% de la deuda griega con los bancos internacionales, que quería llevar a cabo el anterior y democráticamente electo primer ministro, Georges Papandreu.

Contra la democracia, que supondría el referendo, viene la tecnocracia, que significa tener a la cabeza del gobierno un hombre que, independiente de sus calidades técnicas, no tiene el veredicto popular.

Si por un lado los mercados han agradecido el vuelco del vuelco – el anuncio del referendo que dio paso a la crisis política en el seno del gobierno griego, redundando en la dimisión de su promotor, Papandreu – la soberanía popular ha salido derrotada.

viernes, 4 de noviembre de 2011

FLAQUEZA Y FORTALEZA DE LA DEMOCRACIA


Independientemente de si la condonación de 50% de la deuda griega con los bancos europeos a cambio de un gran ajuste fiscal del país heleno es bueno o malo e independiente de si la propuesta de referendo sobre ello sería o no conveniente su retirada representa una dupla lectura que se puede hacer de la democracia, en cuanto a su poder.

El sorpresivo referendo que el primer ministro griego George Papandreu estaba a dispuesto a convocar generó un júbilo en los que creen que, por más peliaguda que sean las medidas y, justamente, aún más, cuando su carácter es peliagudo, la última palabra debe ser de los ciudadanos.
 
Pero, lo del referendo se hizo agua. El jefe de gobierno griego, al final, sea por las presiones recibidas del eje franco-alemán, sea por el descontento de algunos diputados de su propio partido, el PASOK – que lo amenazaban en votar en contra de su permanencia en la cabeza del ejecutivo en la moción de censura de este viernes – no aguantó el tipo, archivando la propuesta de referendo.

Sin duda que el referendo pondría más nervioso al mercado, disparando la prima de la deuda griega y de otros países considerados “sospechosos” en el cumplimiento de sus obligaciones crediticias, como Portugal, España e Italia. El no referendo es una muestra de lo impotente y, a la vez, potente que es la democracia. Quizá, en las actuales circunstancias griegas y europeas, haya sido lo mejor. Lo que importa aquí es subrayar lo cuán poco frágil que es la voluntad popular. Y, por el contrario, visto por otro lado, lo cuán fuerte podría ser ésta, dando un sacudón sin precedentes en la historia de la UE y de la Zona Euro.

La clase política griega, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy tuvieron miedo de la voluntad popular de los griegos. Lo tuvieron porque ésta afrontaría al inhumano, voraz y mordaz mercado – este poder descentralizado que los gobiernos han dejado crecer tanto hasta el punto de que se haya tornado tan o más fuerte que ellos.

¿Qué harían los mercados? Quizá podrían destruir el proyecto europeo sin remordimiento. Quizá llevasen a Europa y al mundo a una recesión. En este sentido estaríamos viendo la flaqueza de la democracia en hacerle frente. Ya en una mirada distinta, pero tan verdadera, si tomamos en cuenta no el resultado de lo que harían los mercados, pero su reacción, intempestuosa, estaríamos viendo lo importante que es la democracia. Al fin y al cabo, solo se combate a quien se teme. 

Lo cierto es que en la puja mercado y democracia, los gobiernos europeos han optando por la cautela, pues no se veían capaces de lidiar con este choque. Pero, lo cierto también es que la UE no podrá seguir mucho más tiempo eludiendo la democracia en estas circunstancias, pues ésta saldrá a la palestra más temprano o más tarde.