miércoles, 23 de marzo de 2011

CUANDO LOS EXTREMOS SE PARECEN

Izquierda Unida y Partido Popular son los más diferentes dentro del arco ideológico de los partidos con representación en el Congreso de Diputados. Votaron distinto en el pedido del gobierno para autorizar la participación español en la guerra de Libia.

El PP dio un “sí” e IU un “no” a que España ayudase, aunque de manera casi testimonial, a los países de la OTAN que intentan trabar la masacre de Moamar Gaddafi contra sus opositores.

Pero, a parte de las distintas posiciones sobre el ataque o no al país magrebí, PP e IU han tenido un punto en común. Comparar la intervención en Libia con la Guerra de Irak de 2003.

Las dos formaciones achacaron al presidente de gobierno, José Luiz Rodríguez Zapatero, incoherencia en combatir una cuando estaba en la oposición y dar su aval a la otra, ahora cuando lidera el ejecutivo.

Pese a las grandes diferencias que jalonan las dos guerras, PP e IU han preferido ir por la senda del confronto por medio de la crítica fácil y simplista. Al contrario de la intervención en Irak, ningún país ha pasado por encima de la ONU ni ha inventado ninguna mentira para atacar a Libia. Y ni siquiera la contundencia de la ofensiva es comparable. En Irak, EEUU y sus aliados - entre los cuales la España gobernada entonces por el PP - entraron para, claramente, derribar a un régimen y tomar las riendas del país. Mientras en Libia los países de la OTAN solo tienen la intención de proteger la población victimada por las agresiones de Gaddafi. Son los grupos opositores libios que deberán directamente hacer con que caiga el más antiguo de los déspotas africanos.

El PP es especialista en este juego de confusión. Hace de la demagogia una constante en su estrategia de oposición, incluso cuando está de acuerdo con el gobierno. El partido de la gaviota estará para siempre involucrado en la farsa que justificó la Guerra de Irak. En Libia nadie está fabulando nada.

Sobre IU, es legítimo que esté en contra de la guerra. Pero, no debería hurgar en la Guerra de Irak para defender su voto negativo a la presencia española en Libia. Bastaría con que dijera ser contra la participación armada de España en conflictos ajenos. El debate sería más claro y verdadero.

PP e IU, tan lejanos, pero, a veces, tan cerca.

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