sábado, 26 de noviembre de 2011

ACHICANDO LAS CAUSAS



El volantazo del Frente Amplio contra la violencia de género, que tuvo como protagonista inesperado a José Mujica, en las calles de Montevideo, el jueves, fue algo en sí loable. El asesinato de mujeres por sus novios o esposos es un lastre, muchas veces, desapercibido, pero que constituye una cifra de muertes mucho más grande que las ocasionadas por las tan habladas rapiñas.

Entretanto, el mensaje de los folletos no fue de los más felices. “Hombre aprende a perder” pasa la idea de que el único motivo de la violencia de género es una posible infidelidad de la mujer. Si esta fuese la única razón que causase muertes derivadas de la violencia de género, ciertamente, su número sería mucho menor.

El principal móvil de la violencia de género es, por encima de todo, una mentalidad masculina que se cree dominadora, curtida en ambientes donde se considera normal que el hombre tenga a la mujer como su propiedad, pudiendo hacer de ella lo que quiera. De ahí a que empiece a hacerle daño puede aparecer cualquier motivo, incluso, y, principalmente, de los más baladíes. O, simplemente, puede haber nada, bastando que el hombre tenga ganas de pegarle a la mujer, como gesto de lo más cruel e inhumano que tiene dentro de él.

Decir que el hombre le pega o mata a su mujer por infidelidad de esta es, además, un matiz que se hace a la brutalidad masculina. No se puede difundir ninguna chispa de culpabilidad de la mujer cuando es víctima de este horrendo crimen. Tampoco, yendo al contenido lateral del mensaje, en una sociedad moderna es bueno propagar que en la relación entre hombres y mujeres hay conquistados y conquistadores, perdedores y vencedores. Las mujeres no pertenecen a los hombres. Razonar así es ir por lo trasnochado.

Ojala, en el año que viene, cuando el mundo recuerde el drama de la violencia de género de nuevo, el Frente Amplio tenga un eslogan más de acuerdo con la realidad de la violencia de género para otro posible volantazo.

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