viernes, 29 de junio de 2012

TVE GUBERNAMENTALIZADA


Después de ochos años de servicios informativos plurales, Televisión Española corre serio riesgo de volver a un periodo triste de su historia, cuando era más una televisión del gobierno que una televisión verdaderamente pública.

La decisión del gobierno de Mariano Rajoy de prescindir de una mayoría calificada de dos tercios en el Congreso de Diputados para nombrar al presidente del Consejo de Administración de RTVE, como estaba siendo hecho desde 2007, cambiando la ley para este ser electo por el Congreso por mayoría simple, pone en entredicho su independencia.

Después de haber sido nombrado por el Congreso solo con los votos del PP y de CiU, hoy ha tomado pose el nuevo presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique. En la primera reunión del Consejo de Administración, el primero y gran indicio de que TVE volverá a tener telediarios gubernamentalizados: la elección de Julio Somoano para ser su director de información.

Técnicamente, nada en contra de Somoano. Tiene una muy buena formación académica, con una variopinta trayectoria profesional, habiendo trabajado tanto en la radio, como en la televisión y en la prensa. Además de haber escrito algunos libros. El gran problema es que estaba hasta ahora vinculado umbilicalmente a uno de los más grandes aparatos proselitistas del PP, Telemadrid, la tele pública de la Comunidad de Madrid, donde era director de informativos.

Al lado de Canal 9, canal público de la Comunidad Valenciana, Telemadrid es el más vergonzante ejemplo de emisora pública de una comunidad autónoma, con una programación noticiosa marcada por una gran tendencia favorable al PP y al gobierno local del partido de la gaviota.

Si hubo algo de positivo del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero fue el cambio de paradigma que dio a TVE. Antes de su llegada al poder, la televisión de todos los españoles estaba en horas muy bajas en términos de credibilidad, con un contenido informativo muy distante del de una tele pública de una democracia europea. Eran los tiempos de Alfredo Urdaci como director de información, en que los telediarios ocultaban lo máximo posible la oposición al gobierno de José María Aznar.

Antes mismo del cambio de ley, ahora de nuevo modificada, para elegir por dos tercios del Congreso el presidente de RTVE, la tele pública ya pudo sentir un aire fresco de las manos de la directora general nombrada por el gobierno de Zapatero, Carmen Caffarel. Se estrenaron y se remozaron programas de debate donde tenían cabida todo el arco político español. Y, principalmente, se moralizaron los telediarios. Las administraciones posteriores a Caffarel, con el presidente nombrado por mayoría calificada, dieron seguimiento a la credibilización de TVE.

Que las malas expectativas a respecto de TVE no se confirmen. Pero es difícil imaginar otra cosa que no sea el regreso de una TVE sin compromiso con la independencia editorial. Más que cualquier otro medio, los públicos son los que tienen más condiciones de ejercerla. Solo basta con que el gobierno de turno lo quiera, que no parece ser el caso.

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