viernes, 24 de noviembre de 2023

MILEI SÍ MINTIÓ

 

 

Algo que se escucha mucho incluso de periodistas y analistas que no tienen ninguna simpatía por Milei es que al menos decía en la campaña lo que quiere hacer como presidente.

Sí, es verdad que siempre dijo que iría a hacer un gran corte de gasto público, que fue metaforizado en la figura de la motosierra, uno de sus principales símbolos proselitistas.

Pero el gran problema de esa promesa fue que Milei simplemente para no asustar a sus potenciales electores decía que el ciudadano común y corriente no debería preocuparse, pues el ajuste sería solamente en la clase política. 

Obviamente que cualquiera con un mínimo conocimiento de la distribución de los gastos del erario argentino sabe que sería sumamente imposible cortar mucho solamente cortando en este tipo de gastos, pues representan muy poco y que el grueso de ellos está en salud, educación y, principalmente, jubilaciones y asistencia social, que son cerca de 90% de su totalidad.

Pero si sería fácil para unos tener ciencia de que era una promesa imposible, no era para la mayor parte de la población argentina, que poco caso hace o poco entiende de temas relacionados al presupuesto gubernamental. Una gran parte de las personas ni siquiera maneja bien el concepto de proporcionalidad para que se hubiesen dado cuenta de cuán mendaz estaba siendo Milei.

En realidad, Milei desde que empezó su carrera hacia la Casa Rosada, ha calibrado su discurso de acuerdo con lo sería más conveniente en términos electores. Podría mantener la parte superficial de ese (justo la que más atraía a gente con poca cultura política) pero soslayando lo más importante, de qué modo llevaría a cabo sus propuestas. El tema de la dolarización es otro gran ejemplo de ello. Si antes de la campaña Milei decía ya tener los dólares necesarios para aquella, cuando esa se inició y cuán más cerca estaba de ganar las elecciones, menos concreción daba sobre cómo dolarizaría la economía, justificándose que había varios tipos de dolarización que estaban siendo barajados en el seno de su equipo. Siendo que ahora, con la baja de Emilio Ocampo, el principal ideólogo de la dolarización, de la futura presidencia del Banco Central, aquella irá a la basura. Así como el cierre de ese, que Milei hacía tanto hincapié.

Otra significativa mentira de Milei fueron los vouchers en la educación. Aun sabiendo que sería algo inviable porque la educación primaria y secundaria dependen de las provincias, Milei durante mucho tiempo enarboló esta bandera para terminar diciendo que, en realidad, era una falacia quienes decían que los iría a implementar. Un manifiesto descaro.

Haberse aliado al macrismo también es una muestra de cómo Milei no tuvo dudas en tirar a la basura lo que decía en pro de que el camino para ganar las elecciones y ahora para gobernar fuese allanado. Eso después de años incluyendo a Macri y a quienes gobernaron con él, como el recién anunciado ministro de economía, Luis Caputo, y su adversaria en las elecciones Patricia Bullrich, que será ministra de seguridad, como parte de la tan denostada casta.

Aún es una gran incógnita cómo será el gobierno de Milei. Pero lo que es cierto es que ni siquiera la calidad de no recorrer a embustes se le puede atribuir y que en eso no es tan diferente de otros políticos.

  

 


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