domingo, 29 de mayo de 2011

BARÇA: EL FÚTBOL POR ANTONOMASIA


No sé si se trata del mejor equipo de todos los tiempos. Sí tengo seguro que es el mejor de las cinco últimas décadas. La dinámica interpuesta por los comandados por Josep Guardiola es tan arrolladora que rebasa la más estudiada y planificada de las tácticas de defensa. Todo lo bueno que puede hacer el adversario es siempre poco ante este magnífico equipo. La única manera de superar el Barcelona es estar en un su mejor día y esperar que los culés estén en su peor.

El partido de este sábado contra el Manchester United en la final de la Champions, que consagró a los culés como campeones de la competición reina del fútbol europeo, fue una síntesis de lo que fue el Barça en toda la temporada: tenencia a ultranza del balón, precisión en los pases y contundentes finalizaciones.

El once culé parece ignorar su rival, el resultado del partido, el tiempo de juego y dónde es el partido. Para el Barcelona su patrón de juego es lo único a tener en cuenta: sea el adversario el Real Madrid o el La Coruña; esté ganando, empatando o perdiendo el juego; faltando 80 ó cinco minutos para acabar el partido o actuando en el Camp Nou, en el estadio del rival o en un estadio neutro.

Para el Barcelona el verbo defender casi siempre es conjugado en alianza con el verbo atacar, pues una cosa significa la otra para los de Guardiola. Si existe el riesgo de la contra, ésta pesa mucho menos que la ventaja de estar avasallando al contrincante.

En el Barcelona todo parece combinar. Los jugadores dan pases y se mueven como si sus cabezas estuviesen interconectadas o como si fuesen un solo cerebro.

La pelota en los pies de los barcelonistas es tratada con un amor impar. Sin balones a la ola o pelotazos para arriba. Cada acción es ejecutada hacia lo estético del juego, elevado a su más alta esfera.

Nada falta a la armonía culé. Todo los elementos del fútbol están presente en su máxima calidad en un equipo que tiene de todo: grandes pasadores, velocistas, rematadores, regateadores e, incluso, un portero que puede salvar al equipo en caso de un raro desajuste. No es para menos que los tres mejores jugadores del mundo en 2010 en el Balón de Oro de la FIFA fueron culés, Xavi, Iniesta y Messi.

Es difícil saber cuánto durará la estela de este equipo. Mucho depende de la continuidad de Guardiola. Como culé, espero que la emoción de más una conquista lo motive para seguir dirigiendo al club. La diferencia histórica a respecto del archirival Real Madrid todavía es grande. Este mágico periodo es el momento perfecto para acortar esta distancia.

Con el Barcelona el fútbol encuentra su estado supremo. Con el Barcelona el deporte inventado por ingleses encuentra la razón de su existencia.

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